”En el fondo de la cuestión. Un laberinto.Un pasillo al que dan pequeñas habitaciones: cada habitación está separada por una puerta con ventana.Cada habitación tiene colgada, suspendida de la pared, una silla. Un altavoz con forma de embudo atraviesa el techo de cada habitación (para transmitir el sonido al exterior).
Los músicos de Berlín aseguran que habrá alguien interpretando día y noche al menos en una de las habitaciones. De hecho, existe la posibilidad de que todas las habitaciones estén ocupadas por un músico tocando un instrumento. Las piezas interpretadas serán siempre diferentes. Uno puede imaginar el parque llenándose de una cacofonía de composiciones diferentes. Los visitantes que circulen por el pasillo laberíntico pueden asomarse a las habitaciones de los músicos. Pueden ver a los músicos tocando pero no pueden oír la música mientras estén dentro de la estructura. El músico recibe una llave del encargado, entra en el pasillo, introduce la llave en la puerta de una de las habitaciones cerradas, abre la puerta, la cierra, echa la llave desde el interior, baja la silla suspendida de la pared, se sienta, afina el instrumento y empieza a tocar. La habitación se llena de sonido que escapa través del altavoz hacia el parque. La habitación al fondo del pasillo está reservada para un compositor que utiliza un sintetizador. ”